domingo, octubre 05, 2008

Senderos


Me parece haberte visto en el jardín de una casa. Tenías algunas flores entre tus manos...

A veces pienso que nuestra interioridad, eso que eventualmente llamamos "uno mismo", es como un jardín más o menos grande que podemos transitar con cierta familiaridad. Hasta podría afirmar que ese jardín se encuentra tan suficientemente recorrido por nosotros que deja de sorprendernos en ocasiones; ya nos sabemos sus caminos y posiblemente se hallen trazados algunos senderos.

No obstante, si observamos bien, siempre habrá un ángulo nuevo que nos permita ver con distintos ojos este entrañable e inhóspito laberinto familiar que somos nosotros mismos.

Me pareció verte en un jardín. Llevabas algunas flores entre tus manos.

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