«Son como Pinocchio. Primero Pinocchio no era más que una marioneta, no era un ser vivo. Después se convirtió en una marioneta viva, luego en un chico vivo, un chico de verdad.»
Cuando me enteré de que la empresa Bandai ha creado «mascotas virtuales», semejante a los Tamagotchi de hace unos años, pero con la cualidad de que pueden vivir en la computadora, no dejé de sorprenderme de los cambios constantes que se van generando en el usuario con respecto a esta extraña máquina llamada computadora/ordenador.
Imagína que tu computadora —sí, esta máquina que tienes frente a ti ahora— te pidiera o te exigiera un rato de tu atención para poder sobrevivir —si, tu computadora pidiéndote sobrevivir—. Es como si le dotaras una especie de conciencia (rudimentaria, si quieres), y en una de esas, hasta un alma según tus necesidades. Aquellas extrañas y lejanas historias donde una persona se dirige a su computadora por su nombre, dándole una instrucción y ellas respondiéndote por tu nombre… esas historias ni serán extrañas y en un futuro próximo las tendremos instaladas en nuestra computadora (ahora sí) personal y personalizada.
Según la empresa japonesa, estos seres cibernéticos podrán ser configurados según lo desee el usuario, tendrán un perfil psicológico, leer «en voz alta» tus correos electrónicos, “ligar” con otras mascotas cibernéticas, tener sexo e incluso ser infieles a sus parejas virtuales. En otras palabras, pueden ser tan honestos y/o depravados como el usuario… o la otra cara de su moralidad. Con esto, el uso de «emoticones» esos pequeños «dibujos» que se hacen con los caracteres del teclado y que alivian nuestras comunicaciones en Chats y nuestras lecturas en Foros y correos electrónicos, va a ser una expresión romántica de la escritura como hoy lo es el tintero y la pluma de ganso. Una sonrisa :-) , el semblante de tristeza :-( , la risa :-D , la sorpresa :-0 , la burla :-p (la «p» simula una lengua), la confusión :-/ , el llanto :’( , entre otras más, serán parte de los rudimentos de la informática en la que estamos insertos, sobre todo cuando entren activamente a tu Messenger (que según estimaciones, será pronto).
Esto me hizo recordar un pasaje de la película Yo Robot, adaptación de la obra homónima de Asimov. Donde un robot queda perplejo —si es que un robot puede estar en una condición semejante— cuando un humano le hace un guiño: Un robot es capturado en la comisaría acusado de asesinato. Mientras estuvo sentado frente a una mesa, quieto, algo semejante al sosiego, vio que del otro lado pasaba un ser humano —supuesta persona que podría ayudarle en su defensa— y en ese momento, el hombre éste le guiña el ojo y sonríe. El robot que queda viéndolo. Hace un movimiento en el párpado imitando al hombre pero, a diferencia de éste, el robot queda fijo en su lugar, inmutado. Más adelante, cuando ambos están juntos, el robot se le acerca al hombre y le pregunta: «¿Qué significa “esto” [cierra el párpado]» Su cara muestra algo semejante a la consternación por no saber cómo insertar esa acción dentro de su código de lenguaje.
Dentro del diálogo que sostiene el robot con el hombre, el androide no logra comprender la función de la mentira, pues ha sido programado para decir la verdad, y le resulta materialmente imposible registrar el sentido de ese movimiento del párpado. Sabe que eso es ahora un «guiño» pero no logra entender su significado. De hecho, si nosotros, humanos, nos pusiéramos a explicar cada uno de los sentidos de este movimiento del párpado, comúnmente entendido cuando se usa, quedaríamos perplejos por el número de significados que podríamos entresacar, y más aún, explicarlos verbalmente sería un trabajo arduo.
Así pues, no estamos lejos de que nuestra computadora no sólo nos lea nuestros documentos, sino que nos cuestione cosas que no entiende y más aún, que llegase a recriminarnos por haber cometido una falta. ¿Y si un día nuestra computadora nos llega a comentar lo mismo que Terminator II (sí, el de Schwarzenegger ) le dijo al niño O’Connor, al final de la película: «Ahora sé que es lo que significan esas gotas de agua que salen de tus ojos»?
Cuando me enteré de que la empresa Bandai ha creado «mascotas virtuales», semejante a los Tamagotchi de hace unos años, pero con la cualidad de que pueden vivir en la computadora, no dejé de sorprenderme de los cambios constantes que se van generando en el usuario con respecto a esta extraña máquina llamada computadora/ordenador.
Imagína que tu computadora —sí, esta máquina que tienes frente a ti ahora— te pidiera o te exigiera un rato de tu atención para poder sobrevivir —si, tu computadora pidiéndote sobrevivir—. Es como si le dotaras una especie de conciencia (rudimentaria, si quieres), y en una de esas, hasta un alma según tus necesidades. Aquellas extrañas y lejanas historias donde una persona se dirige a su computadora por su nombre, dándole una instrucción y ellas respondiéndote por tu nombre… esas historias ni serán extrañas y en un futuro próximo las tendremos instaladas en nuestra computadora (ahora sí) personal y personalizada.
Según la empresa japonesa, estos seres cibernéticos podrán ser configurados según lo desee el usuario, tendrán un perfil psicológico, leer «en voz alta» tus correos electrónicos, “ligar” con otras mascotas cibernéticas, tener sexo e incluso ser infieles a sus parejas virtuales. En otras palabras, pueden ser tan honestos y/o depravados como el usuario… o la otra cara de su moralidad. Con esto, el uso de «emoticones» esos pequeños «dibujos» que se hacen con los caracteres del teclado y que alivian nuestras comunicaciones en Chats y nuestras lecturas en Foros y correos electrónicos, va a ser una expresión romántica de la escritura como hoy lo es el tintero y la pluma de ganso. Una sonrisa :-) , el semblante de tristeza :-( , la risa :-D , la sorpresa :-0 , la burla :-p (la «p» simula una lengua), la confusión :-/ , el llanto :’( , entre otras más, serán parte de los rudimentos de la informática en la que estamos insertos, sobre todo cuando entren activamente a tu Messenger (que según estimaciones, será pronto).
Esto me hizo recordar un pasaje de la película Yo Robot, adaptación de la obra homónima de Asimov. Donde un robot queda perplejo —si es que un robot puede estar en una condición semejante— cuando un humano le hace un guiño: Un robot es capturado en la comisaría acusado de asesinato. Mientras estuvo sentado frente a una mesa, quieto, algo semejante al sosiego, vio que del otro lado pasaba un ser humano —supuesta persona que podría ayudarle en su defensa— y en ese momento, el hombre éste le guiña el ojo y sonríe. El robot que queda viéndolo. Hace un movimiento en el párpado imitando al hombre pero, a diferencia de éste, el robot queda fijo en su lugar, inmutado. Más adelante, cuando ambos están juntos, el robot se le acerca al hombre y le pregunta: «¿Qué significa “esto” [cierra el párpado]» Su cara muestra algo semejante a la consternación por no saber cómo insertar esa acción dentro de su código de lenguaje.
Dentro del diálogo que sostiene el robot con el hombre, el androide no logra comprender la función de la mentira, pues ha sido programado para decir la verdad, y le resulta materialmente imposible registrar el sentido de ese movimiento del párpado. Sabe que eso es ahora un «guiño» pero no logra entender su significado. De hecho, si nosotros, humanos, nos pusiéramos a explicar cada uno de los sentidos de este movimiento del párpado, comúnmente entendido cuando se usa, quedaríamos perplejos por el número de significados que podríamos entresacar, y más aún, explicarlos verbalmente sería un trabajo arduo.
Así pues, no estamos lejos de que nuestra computadora no sólo nos lea nuestros documentos, sino que nos cuestione cosas que no entiende y más aún, que llegase a recriminarnos por haber cometido una falta. ¿Y si un día nuestra computadora nos llega a comentar lo mismo que Terminator II (sí, el de Schwarzenegger ) le dijo al niño O’Connor, al final de la película: «Ahora sé que es lo que significan esas gotas de agua que salen de tus ojos»?
Sorprendente, verdaderamente sorprendente.
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6 comentarios:
Si ya suficiente miedo me dan estos comentaristas´, como el de acá arriba, peooooor que un pseudoamigo cibernetico, me diga que le cuente un chiste.
Efectivamente es muy interesante lo que comentas, pero, creo que en vez de ser algo funcional, causaría mucha distracción laboral... en fin, habrá que analizar sus ventajas y desventajas.
Gracias por visitarme.
XD
Pero si más atención de la que le damos no pueden tener. Nos pasamos el día con el ordenador o portátil. Al final va a ocurrir como en "Blade runner", androides que quieren ser como nosotros. Interesante tema. !Es el futuro! eso sí, mi perrita no la cambio por ningún robot mascota
Me ha hecho llorar este post, será porque me recuerda a mi de chiquito.
Un abrazo
es que imaginateeeee que tú eres el jefe de la empresa y tu subordinado te dice:
"Ahorita hago las cotizaciones que me pidió, nomás le doy de comer a Chiwi chiwi"
oseaaaa es el colmoooooo!
Besos.
Jefe enojón:
-Hey Arnoldo.... ven y traeme las cotizaciones que te pedí desde la tarde!!!!
Arnoldo:
-Ya voy jefe nomás deje le cambio de pañal a mi cyber amiguito!!!
No manches que distracción!!!
Pienso mucho en las lágrimas. Las dibujo compulsivamente. Mecánicas, humanas, animales, vegetales... todas tiene algo sobrecogedor. ¿Qué puede ser más sobrecogedor que una mirada desbordada?
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